martes, 8 de enero de 2008

Matamoros- Burzako

Durante la actividad minera, miles de personas se trasladaron a los alrededores de las minas. Esto hizo que se formase una gran cantidad de pequeñas aldeas cuyos habitantes eran mineros. Algunos de estos poblados son los de Larreineta, La Arboleda o Triano; que ahora están mas vivos que nunca.

Sin embargo, muchos barrios han quedado ya abandonados a su suerte y se van cayendo poco a poco. Algo no muy difícil, debido a la pésima calidad de las casas. Dos ejemplos son los de Orconera y Matamoros- Burzako.

La situación mas extrema es la de Burzako. Esta pequeña aldea se encuentra en casi total estado de ruina, e inaccesible en coche. Sus únicos habitantes son las cabras que pululan a sus anchas por las casas y la calle que lo cruzaba.

Aún hoy se puede entrar, con todo el cuidado del mundo, en algunas viviendas, y ver donde se tenían que hacinar sus habitantes mineros. La casa, en total, no ocupa mas de 30 metros cuadrados. En este espacio cabían dos habitaciones, un desván, la cocina y la sala.

Tal y como se puede comprobar, en su última etapa de vida, estas casas debieron ser ocupadas por familias gitanas, y en los patios traseros vemos alguna caravana. También resulta sorprendente ver como, en algunos lugares, lo que debía ser un muro de piedra de la casa, pasó a ser una pared de Uralita. Del edificio principal del poblado, solo queda la fachada trasera, donde se puede ver aún la pintura y los azulejos de las antiguas habitaciones. Del futuro de estos poblados, poco se puede esperar, nada mas que el abandono, y, tal vez, la demolición para dar paso a proyectos de futuro. Olvidando, una vez mas, lo que fue el pasado y la vida de sus antiguos habitantes

No hay comentarios: