Triano y Gallarta

De Triano, la verdad, ya poco se puede apreciar de explotación minera. Lo que no son prados y huertas, ahora son enormes explanadas que se están haciendo, posiblemente, para ampliar las zonas industriales. Y si no, han sido devorados por el campo de golf. Todavía quedan en algunos lugares enormes rocas desnudas fruto de la explotación del hierro y algunos túneles y cuevas bien profundos, todos teñidos de rojo, delatando la actividad.

Por lo que respecta a Gallarta, resultaría imposible eliminar su mas destacable signo minero: la corta de la Concha II. Este enorme socavón, que marea a los estómagos mas fuertes, determina la vida de los habitantes de Gallarta. Básicamente porque lo que ahora es la mina, en su día fue el pueblo de Gallarta. En 1960, los Gallartinos abandonaron sus casas para que la empresa que explotaba la Corta pudiese derribarlas y beneficiarse de la enorme veta de hierro que formaba el suelo de este poblado, mientras que se hizo, en los terrenos actuales un nuevo poblado que heredó el nombre.

Actualmente, la mina está ya agotada y clausurada, aunque el Museo Minero pretende realizar visitas a su interior, incluso las galerías que tiene. La Corta no solo está formada por el enorme socavón, única zona de bizkaia por debajo del nivel del mar, si no por una red de túneles que suma 50 kilometros de camino subterraneo