martes, 18 de diciembre de 2007

La Mame

Por último, volviendo sobre nuestros pasos, y llegando casi hasta el merendero, hacia la izquierda hay un camino que nos lleva a la parte no inundada de la Mame.

Para visitar esta zona se hace casi imprescindible un calzado impermeable, ya que los charcos y el barro están casi por todos sitios. Es esta, posiblemente, una de las razones por las cuales es una de las zonas menos visitadas de esta explotación y podamos ver menos señales de “humanidad”, es decir, basura, botellas, etc.... En esta parte podemos ver otro plano inclinado, de mayor porcentaje de inclinación que el anterior, pero justo desde la perspectiva contraria al otro, ya que nos encontramos en la parte inferior de la mina.

También se ven fácilmente numerosas emanaciones de agua, todas ellas especialmente cuidadas. Una de ellas, cosa poco rara, está presidida por una pequeña virgen a la que se atribuyen poderes salvadores sobre los mineros. Sin duda, sería muy poco poderosa viendo la cantidad de accidentes graves que sufrían, quedando lisiados de por vida (los que sobrevivían), condenados a malvivir por la ausencia de indemnizaciones.

Este enorme camino termina en otro gran espacio abierto, donde, según la época del año, se puede ver una pequeña laguna. Aquí se acaba el camino y tendremos que volver hasta la carretera y, si queremos, ir a La Arboleda a comer un buen plato de alubias, típico del poblado, e ideal para estas heladoras fechas.

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